El seguro bovino permite a los productores administrar las consecuencias económicas negativas de los riesgos a que está expuesta su producción, traspasándolo a las compañías de seguros, quienes ante la presencia de un animal asegurado y afectado por un riesgo cubierto, pagan cuando corresponda, una indemnización que permite al productor recuperar su capital de trabajo. El productor logra así una mayor estabilidad económica y mejora su calidad como sujeto de crédito.