La actual es la sequía más grave de los últimos diez años

Como ya lo hemos dicho,  la actual es la sequía más grave de los últimos diez años, período de “megasequía” que se ha convertido en un “new normal” respecto a lo que estábamos acostumbrados. Esto que se manifiesta de manera evidente en las regiones centrales, ha tenido ya sus efectos en las actividades de secano empezando por la de los crianceros del norte y siguiendo por el resto de la ganadería y por  la actividad agrícola retrasando, reduciendo y aun perdiendo cultivos y hortalizas. Esta misma realidad hace dificultoso también ejecutar las “medidas de mitigación” que están en los programas normales del ministerio, p.ej. SIRSD y praderas suplementarias. Una noticia buena: El fenómeno está circunscrito entre Coquimbo y O’Higgins y quizás parte del Maule.

Una muestra de la particularidad de la situación es que el MINAGRI, utilizando un criterio restrictivo, basado en argumentos técnicos y cuidadoso de los recursos ya a la fecha tiene declaradas en situación de emergencia agrícolas a dos regiones, habiendo dos más que reúnen los requisitos para ser declaradas. El detalle de esto es que estamos hablando en mediados de agosto.  Si nos vamos a la estadística de los diez últimos años,  no se ha declarado nunca una situación de emergencia antes del mes de enero. El impacto de la sequía se ha manifestado no en la primavera-verano  sino en el mismo invierno. La razón es una sola: no ha llovido. Lamentablemente los pronósticos para los próximos meses no son optimistas , incluyendo la acumulación de nieve para el deshielo.

La sequía actual es cada vez menos un problema que se puede tratar caso a caso y cada vez más trasciende al MINAGRI y  sus instrumentos disponibles.

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